La botica es uno de esos lugares que molan, si, molan y mucho.
Molan por su gente, por sus aperitivos y por sus raciones, realmente novedosas y muy sabrosas, siempre apetece salirse un poco de las cosas más típicas probar algún plato que nos sorprendan.
Al frente de La botica tenemos a Jorge y a Roberto, dos profesionales de la hostelería y amantes de la restauración y eso se nota en cada detalle.
La decoración es muy bonita y agradable, te transmite un aire fresco y manteniendo la lógica con su nombre, es un lugar donde hasta la ropa de los camareros y camareras es original, no te lo puedes perder, ves a verlos.